jueves, 8 de mayo de 2008

CARTA A LOS CURAS MERCADERES


Monseñor: Le remito esta misiva a través de este correo de cincuenta centavos, llamado Diario El Sol, con el ánimo de “felicitarlo”. No encuentro palabras para saludar a su ilustrísima y elogiar su actitud. Sinceramente estoy convencido que usted no sólo es un rancio representante del franquismo que bendijo las matanzas de la guerra civil española, sino también el mejor exponente de una nueva iglesia, más preocupada por las alcancías, dádivas, limosnas y el poder simoniaco.

Hace varios meses se supo que había usted emprendido el desalojo de inquilinos que vivieron durante décadas en las casas viejas de San Blas, las que fueron donadas por ilustres cusqueños que pasaron a mejor vida. Casos patéticos fueron del artista Manuel Gibaja, Lucho Castro y otras decenas de ciudadanos menos conocidos. Pero acabo de saber que usted no contento con los 2,800 dólares mensuales que le deposita el Café Ayllu en su cuenta del Bco de Crédito busca usted alquilar ese local a una trasnacional. ¿A dónde pretende usted llegar en sus ambiciones? O quizás espera que alguna transnacional (Star Back) le llene los bolsillos de euros, sin contar con los alquileres millonarios de la Av. Sol y Concevidayoj.

Es curioso ver cómo usted desaloja a los artistas, poetas y algunas especies de románticos en extinción. ¡Hágalo!; pues así su clero se desenmascara y muestra su verdadero rostro agiotista, acaparador, rentista y negociante. Yo estoy seguro que Dios lo “premiara” por su conducta y yo casi arderé con mi aire acondicionado en el infierno por decirle algunas verdades que no puedo guardarlas más tiempo.

Desde hace años, ha preferido usted, al igual que el generalísimo capellán fujimorista, Alcides Mendoza, convertir la Capilla de las Nazarenas en una posada de ricos, para entregárselo a los capitales chilenos de PERU HOTEL. Dicho de otro modo, ha preferido usted privarle a la feligresía de un recinto sagrado para dárselo a los comerciantes millonarios como Lorenzo de Souza, hoy prófugo de la justicia de Urubamba por el juicio de los electores “golondrinos”.

Lamento si, que nunca le haya dicho usted a su feligresía cuánto le paga el MONASTERIO. Muchos opinan que su alarmante obesidad se debe a los frugales desayunos y almuerzos que El Monasterio le obsequia generosamente, mientras los pobres puneños y altoandinos mueren de frío y hambre. ¡Hum! así cualquiera …
La semana pasada se negó usted a pagar sus impuestos ante una exigencia de la Municipalidad del Cusco sobre el autoavaluo, de sus locales comerciales. Perdón, pero eso es tener corazón de spondillus nacarado a pesar de lo que diga el Pacto entre la Santa Sede y el Gob. Peruano para la exoneración de esos impuestos.
Dicha exoneración es legal, lo admito, pero ese documento fue firmado en la década del ochenta, cuando el clero católico, era todavía respetable, porque tenía curas respetables. Hoy en dia, su iglesia se ha convertido en una vulgar empresa, que compite en codicia con los judíos y sus similares.


El Cusco pide que el clero transparente sus cuentas, como hacia el padre Pablo Zavala, ese raro cura honesto que rendía cuentas mensuales de sus limosnas. O como el santo padre Montero, maltratado por usted.

Hace varios meses, los empresarios de la AATC lo denunciaron por crear una agencia de turismo en beneficio propio y en asociación con “luchines” de dudosa reputación, y no dijo nada. Me da pena que arrastre usted con su actitud a gente buena como Condorhuaman, Tolentino y a quienes humilde y honestamente lo sirven.

Muchos fieles creen que se deshizo usted del Padre Caballero porque era viejo y honesto, para poner en su reemplazo a un cura prolífico y vinculado con denuncias de la antigua CARITAS que repartía alimentos pro-Fujireelección.

Recuerdo que de niño mi padre me decía : ¡Hijo la iglesia protege al pobre! ¡Los curas son honestos y castos! Ahora que tengo más de 40 años y luego de la invasión del Opus Dei, que usted representa, he comprobado que eso no se lo creen ni ustedes. Peeeero…. Usted no puede ser tan malo, creo que hay alguien que lo manipula. Mientras tanto, yo (un triste pecador) he decidido renunciar a su “catolicismo” mientras dure el imperio de esa jerarquía proveniente del cainita Cipriani. Y que Dios nos perdone a ambos; a usted por no saberlo representar y a mi por decir gruesamente lo que pienso.(060508)