martes, 22 de julio de 2008

¡DISCULPEN!: RESPUESTA A ALDO MARIATEGUI.


Bryce Echenique, dijo hace mucho tiempo que hay periódicos que sólo sirven para envolver pescado. Pero de un tiempo a esta parte tenemos periódicos para el baño, en casos de extrema necesidad.
En una de estas páginas, el señor Aldo Mariategui, en su calidad de director de El Correo, ha vuelto a blasfemar contra nuestra cusqueñidad. De ello no tienen la culpa sus redactores a quienes aún en la discrepancia los respeto. Esta vez Aldo, el cancerbero editorialista las ha emprendido contra el popular "Chillico", cuyo mayor pecado es caricaturizar a las autoridades y desenmascararlas.
Aldo, un sujeto provocador con nombre perruno, utiliza como excusa a la revista "Chillico" para insultar al Cusco y a su gente, intentando engañar a sus incautos lectores con argumentos banales y equivocados: Por Ej. sostener que la cultura inka "duró menos de cien años". ¡Que le pasa a esta tricomona afeminada! Sugiero hermanos cusqueños que hagamos una colecta para comprarle un tomo de Víctor Angles o José Tamayo para des-asnarlo .
Sigue diciendo este sujeto nacido en el estercolero de "Las Cucardas" lo siguiente:"Cierto que (refiriéndose al Cusco) hay mucha pobreza e ignorancia", "que vivimos de una huachafería retórica", llama "imbecilidades populistas" a Chillico, califica de "retórica pomposa antichilena y antilimeña" la mentalidad cusqueña".
Comprenderán amigos, que este gasterópodo de aires cosmopolitas pretende insultarnos gratuitamente. Hay algo que este aculturado no entiende, que la reticencia del Cusco al funcionalismo político y cultural contemporáneo, provienen de un fenómeno histórico desde los remotos orígenes tawantinsuyanos y continúa. Pues, mientras en 1800 en Lima cundía la prostitución de las "perricholis" una de cuyas damas posiblemente fue bisabuela del mencionado escritor; en cambio aquí en Cusco se desataban innumerables luchas presagiando la libertad de nuestra nación. Pero, para qué hablo de esto, si a este individuo la patria le importa menos que un pedazo arrugado de su propio periódico.
Tenemos que entender que el movimiento precursor de nuestra independencia jamás permaneció en Lima, de manera sostenida, antes de San Martín. Fue preciso que llegaran (como dice el Himno Nacional) tropas libertadoras desde el Pacifico para dar libertad a estos bastardizados criollos, despreciados por su misma madre España.
El articulo de Aldo, nos demuestra que ese colonialismo mental subsiste hasta el día de hoy en el discurso ambivalente de esos hijos de la Perricholi, engendrados durante esas orgías por las barracas coloniales. Estos no tienen paternidad, escupen sobre su madre y finalmente avergüenzan a sus remotos parientes.
El "acatanq´a" limeño, insulta la inteligencia de los cusqueños y ataca visceralmente a un artista muy querido, cuyo mayor delito es haber aprendido a desenmascarar mediante su revista, la prostitución en la que ha caído nuestra patria.
Lo peor de todo es que manipula argumentos descontextualizados de otro intelectual cusqueño, sobre la xenofobia y el chauvinismo. Ya hemos escuchado por mucho tiempo esas imbecilidades, primero expresada por los globalizados limeños, luego repetida por sus gonfaloneros locales y apuntalada por algunas ONGs que persisten en extirpar esa "xenofobia chauvinista", sin antes comprender el por qué y cómo de ese fenómeno impreciso.
Los cusqueños no somos xenófobos, ocurre simplemente que no nos gusta la bazofia humana mochilera que llega al Cusco, luciendo en la boca un pito de cocaína o marihuana. Ese es el turismo mal entendido, que propician los mercaderes de la hospitalidad, aquellos que quieren convertir al Cusco en un lenocinio cosmopolita al aire libre.
Señores, no se trata de ser chauvinistas, pero es verdad, nuestro amor por el Cusco es apasionado, cholo y orgulloso. Qué culpa tenemos de que nos llamen chauvinistas estos hijos de la nada, a quienes les da igual haber nacido en el "Cinco y medio" o en las "Cucardas". Si por amar a nuestra patria chica que es el Cusco nos llaman chauvinistas, pues que así sea. Pero les exigimos a estos silvestres que asuman su verdadera y desvergonzada identidad.
También le escribo a Cesar Aguilar "Chillico" para decirle que pase por alto estas blasfemias limeñas escritas con el colon descendente de la estirpe del gran Amauta. Es posible que a la revista le falte más colorido, más gramaje de papel "couché"; pero de una cosa estoy seguro, le sobra amor por el Cusco. Y si estos parricidas pretenden fusilarte con palabras gustoso estaré contigo.
En el fondo, la discusión es ideológica. Aldo Mariategui apuesta por la ideología enajenante de vender todo. Nosotros pensamos que esta tricomona tiene el derecho de vender a su madre, pero que no nos pida vender Machupicchu a los chilenos o a quien sea. Para este hijo del mercado global, todo se vende. ¡Para nosotros no! Al final descubro una sola cosa: ¡Si! Aquí en el Cusco, sobreviven la dignidad y el orgullo que les hace falta a todos los "Aldos" del mundo (210708)